Comenzamos este año con muchos sentimientos: incertidumbre, inseguridad, esperanza, certeza, dolor, preocupación, tranquilidad, etc. Sabemos que la pandemia sigue afectando a muchos hogares de nuestro colegio. Reconocemos que en este tiempo debemos cuidarnos más que antes y afianzar las medidas de protección. Nosotros como colegio estamos desarrollando estrategias y precisando experiencias de aprendizaje para garantizar una educación jesuita que permita a sus hijos desarrollar sus capacidades y dones recibidos por Dios.
La pandemia ha evidenciado la necesidad de fortalecer la alianza entre la escuela y la familia. Ustedes han constatado el trabajo constante y arduo de nuestros docentes y como docentes confirmamos el inmenso cariño y amor que guardan a sus hijos. Necesitamos de la colaboración de ustedes. Señala el Papa, “La presencia responsable y disponible de ustedes, signo de amor no solo para sus hijos sino también para ese bien de todos que es la escuela, contribuirá a superar muchas divisiones y malentendidos en este ámbito, y hará que se reconozca el rol principal de las familias en la educación e instrucción de los niños y de los jóvenes.”
P. Marvin, SJ
